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  • Foto del escritorEnrique Baleriola

¿Quién está detrás del movimiento de los “treinta pesos” en Chile?

Dada la coetaneidad de los movimientos, algunos están comparando lo que está ocurriendo en Chile con lo que ocurre en Catalunya. Yo mismo soy parte de esos algunos. Y es que resulta tentador establecer la relación entre ambos hechos sucediéndose a varios miles de kilómetros de distancia.

En ese vínculo chileno-catalán, podríamos argumentar que ciertos agenciamientos comunes despertaron el malestar de ambos territorios: una gran máquina abstracta-neoliberal, territorializada en precarización laboral, bajos sueldos, escasas pensiones, descontento, frustración, estrés, enfado… habrían estado reprimiendo el libre flujo de deseo molecular que ahora parece estar aflorando en Catalunya y Chile.


Pero, ¿quién está detrás del movimiento de los “treinta pesos” (como ya quedó estratificado) en Chile?

Creo que lo más interesante entre lo que ocurre en Catalunya y Chile no es en lo que se parecen o aquello que repiten, sino justamente su diferencia. Y creemos que es bien interesante resaltar esto, pues debemos conceder aquí una ventaja a lo que ocurre en Chile frente a lo acontecido en Catalunya.

Los CDR, partidos políticos como ERC o Junts Per Catalunya (en definición, fascistas por igual), los Mossos D’Escuadra, Puigdemont, el Parlamento Europeo… han formado toda una máquina de guerra que se ha encargado de hacer aquello mismo por lo que nacieron para criticar: aplastar el deseo nomádico, no estratificado, lobo (o de hormiga, como diría Bruno Latour). En cambio, ¿qué o a quién tenemos en Chile?


- Estudiantes que saltan el metro.

- Personas mayores y sus miedos que, juntos, salen a manifestarse.

- Mujeres. Muchas mujeres, valientes, fuertes, firmes.

- Bebés, niñas y niños, guaguas, el futuro.

- Portuarios, con el timón del movimiento.

- Transportistas y camioneros que saltan el TAG igual que los estudiantes con su metro.

- Médicos, enfermeros, midiendo la salud del movimiento.

- Cacerolas. No hubiese habido marchas sin ellas.

- Tú, que estás leyendo esto.


No hay Nadie detrás del movimiento de los treinta pesos en Chile. No hay institucionalización, no hay cabeza visible, no hay partidos políticos (que pronto los habrá y será la muerte del movimiento), no hay representación. Solo hay movimiento, flujo, devenir, línea de fuga, desterritorializaciones de Arica a Santiago, de Magallanes a Valparaíso, de La Serena a Iquique y a Concepción. La revolución. Ni tan siquiera debe haber un agenciamiento maquínico-Mayo del 68 o Revolución Francesa. Volveríamos a la fácil comparación de lo común, de lo similar, de lo ya acontecido. Y por supuesto, aunque esos acontecimientos ya contenían la Revolución de los 30 Pesos en su ritornelo; dejémonos cautivar por lo nuevo, por lo micro, por lo local, por lo cotidiano, por lo sutil, por lo (aparentemente) insustancial, por lo emergente, por lo no previsto.


Es la única forma de que el deseo siga floreciendo, de que lo molecular sigas siendo revolucionario. Y dudemos enseguida de lo dado por hecho, de lo evidente. Que siga siendo nómada, que prime la multiplicidad.

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